La Red de Niños Observadores de Aves buscó fomentar el conocimiento, la apropiación y la conservación de la avifauna en los 120 niños y niñas de 12 municipios del Huila.
Disfrutar de la naturaleza, contemplar los paisajes y apreciar la avifauna que habita en el Huila, fue la aventura que niños y niñas huilenses emprendieron con el proyecto Red de Niños Observadores de Aves que graduó a 120 menores.
Así lo narró Luis Eduardo Artunduaga, quien cambió los videojuegos por los binoculares y la comodidad de su sofá para recorrer el municipio de Palestina en busca de aves. Él es uno de los menores que integró este proyecto financiado por el Sistema General de Regalías, ejecutado por la Universidad Navarra y apoyado por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM y Gobernación del Huila.
“Me invitaron unos amigos a participar de este proyecto y a mí siempre me han gustado las aves, además por vivir en Palestina, un municipio que colinda con el Parque Nacional Natural Cueva Los Guácharos y el Corredor Biológico Guácharos Puracé, es una zona muy visitada por aves, por eso acepté y disfruté este proyecto”, asegura el adolescente.
De Palestina, Aipe, Colombia, Garzón, Gigante, Isnos, La Plata, Paicol, Santa María, Teruel, Villavieja y Yaguará son oriundos los 120 beneficiados por este proyecto que hoy empiezan un nuevo reto de la mano de la CAM.
“Estamos contentos de presentar una red de niños y niñas que va a lograr conocer, monitorear y presentar las aves de nuestro departamento, ya que la CAM con el fin de generar la sostenibilidad del proceso, acogerá a la Red de Niños Observadores de Aves del Huila como un grupo de monitoreo comunitario que estará presente de sur a norte en todo el Huila”, expresó Katherine Arenas, bióloga de la entidad ambiental, quien además explicó que con este proyecto se seguirá generando información sobre las aves, su estado de conservación, su estado de protección y las diferentes estrategias que desde la educación ambiental podrán garantiza la conservación de las especies.
“Es muy importante recordar que con esto estamos garantizando el relevo generacional, porque los grupos de monitoreo comunitario están conformados por campesinos, por personas del área rural, pero en este caso estarán conformados por niños y niñas, garantizando así que desde los más pequeños hasta los más adultos sigan conservando la biodiversidad del departamento”, aseguró Arenas.
La profesional de la máxima autoridad ambiental del departamento contó que la Corporación apoyará a estos menores a partir del fortalecimiento técnico y tecnológico y garantizar así que el proceso tenga una continuidad y sostenibilidad en el tiempo.
El proceso
Luis Eduardo aprendió a pasar muchas horas en silencio, mientras esperaba que aparecieran cada una de las aves que llenaban de música el bosque con sus trinos. “Aprendimos de las aves, de su importancia para el medioambiente, a identificarlas por medio de sus colores, las especies que existen”, indicó Eduardo.
Desde entonces y durante varios meses visitó con sus nueve compañeros de la Red de Niños Observadores de Aves, los bosques de su municipio en busca de nuevas especies. “Hacíamos salidas a diferentes puntos de Palestina, acampamos, dibujamos, lo que hacíamos era aprender mientras nos divertíamos”, asegura el pequeño observador de aves.
Luis Eduardo narra que ha visto 300 especies de aves de manera directa y 200 más a través de fotografías, lo que lo hace sentir orgulloso del trabajo de conservación que realiza.
Ciencia participativa
Una de las iniciativas más importantes en este ejercicio fue la recopilación de datos de ciencia ciudadana o ciencia participativa realizada en el October Big Day en donde los niños y niñas en el Huila registraron alrededor de 180 especies de aves, algunas muy raras para el departamento, otras de las que existen pocos registros, así como endémicas o migratorias.
“Con este proyecto se comenzó a descubrir qué aves rodean esos municipios participantes, así como qué aves están bioindicando la calidad ambiental que tienen esas localidades y a partir de esos conocimientos básicos de las aves, los niños y niñas hicieron apropiación de conocimientos de conservación”, aseguró Andrés Felipe Algarra Cerón, de la Asociación Ornitológica del Huila.
Acercarlos a la avifauna
Sembrar la semilla de la protección de la avifauna en los niños y niñas quienes serán los encargados de replicar todo lo aprendido, fue lo alcanzado durante el proyecto.
Precisamente Edna Gisela Martín Mórea, representante de la Uninavarra afirma que para estimular a los menores y acercarlos al maravilloso mundo de las aves, se elaboró un Libro Guía para realizar avistamiento de aves, el cual fue entregado a los participantes y a 890 niños y niñas de todo el territorio huilense.
“Evidenciamos un cambio, porque pudimos ver como los menores replicaban lo aprendido y sus padres se interesaban por conocer lo que sus hijos contaban en sus casas; y eso queremos que siga sucediendo en sus colegios, con sus amigos”, aseguró Martín Mórea, quien finalizó diciendo que el proyecto tendrá un libro de resultados que recopila las experiencias de los niños y niñas observadores de aves.