CAM advierte que bajos niveles de Betania podrían afectar producción piscícola
La Autoridad Ambiental del Huila hace un llamado a los piscicultores sobre la necesidad de planificar los escenarios de siembra y verificar las condiciones de afectación que pueden tener las áreas productivas del embalse de Betania, ante el fenómeno de El Niño.
Los principales efectos que trae consigo el fenómeno de El Niño, tienen que ver con la reducción de las lluvias, la disminución de los niveles y caudales de fuentes hídricas, la sequía, el calentamiento del aire y bajos niveles de almacenamiento de agua en los embalses.
Ante las afectaciones climáticas de este fenómeno natural y la emergencia surgida por los bajos niveles del embalse de Betania que se presentó en el mes de octubre del 2023, se creó la Mesa Intersectorial, con el fin de monitorear los niveles del embalse de Betania y la generación de energía, además de las acciones encaminadas a garantizar la producción piscícola.
De acuerdo a la estimación del volumen de alerta de la Senda de Referencia Embalses, realizado por el Operador del Sistema Interconectado Nacional y administrador del Mercado de energía mayorista de Colombia, XM, compartidas a por el Ministerio de Minas y Energía, se prevé que para finales de abril del 2024, el nivel más bajo de llenado del embalse de Betania, históricamente puede llegar hasta el 35% de la capacidad de la represa.
Hay que tener en cuenta que el nivel máximo de llenado del embalse de Betania corresponde a 561,20 metros sobre el nivel del mar, el cual de acuerdo a las proyecciones, descendería a los 544 metros sobre el nivel del mar, es decir, podría presentarse una disminución de hasta 17 metros respecto al nivel máximo, incidiendo en la producción piscícola en el espejo de agua.
Dadas las condiciones climáticas, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM hace un llamado a los productores piscícolas sobre las proyecciones de los niveles del embalse de Betania, con el propósito de que evalúen los planes de siembra de alevinos durante esta temporada y a activar los planes de contingencia de mortalidad y mortandad aprobados en los permisos de ambientales que otorga la Corporación.
Juan Carlos Ortiz, subdirector de Regulación y Calidad de la CAM, resaltó la necesidad de tener previsión en torno a la reducción significativa de agua y el aumento de las temperaturas.
“Queremos hacer un llamado a los piscicultores que están ubicados en el embalse de Betania, donde se están generando unas afectaciones por múltiples causas como la temperatura, los escenarios de oxígeno, las condiciones de fósforo y muchas otras situaciones particulares, para que revisen cómo se están manejando los niveles del recurso hídrico”, destacó el Subdirector, quien además agregó que desde la entidad ambiental quieren dejar en claro “la necesidad de planificar los escenarios de siembra y las condiciones de afectación que pueden tener las áreas productivas en el embalse”.
También pidió anticiparse a los efectos que tendrá este fenómeno, esto no solo ayudará a la productividad del sector sino a reducir significativamente los impactos negativos que El Niño pueda tener sobre los cuerpos de agua.
“Es muy importante que manejemos y dispongamos de manera adecuada la mortandad que se puede estar presentando, que puede estar sobre los valores por encima de lo que normalmente se presenta y que genera afectaciones a la calidad del recurso hídrico”, precisó Ortiz.
Recomendaciones para los piscicultores
La CAM estableció una serie de recomendaciones para que los productores piscícolas las acojan y evitar posibles emergencias asociadas a la mortandad de peces.
- Usar aireadores mecánicos, para aumentar la oxigenación en cada proyecto piscícola
- Realizar la supervisión continua por parte de un profesional a cargo de los programas sanitarios, de calidad del recurso hídrico y de producción de la acuicultura.
- Capacitar permanentemente a los operarios que trabajan en los proyectos piscícolas, en aspectos básicos de manejo sanitario, prevención, detección y control de enfermedades.
- Tener planes de contingencia actualizados que permitan en caso de mortalidad, retirar en el menor tiempo posible los peces muertos y disponerlo de manera adecuada.
- Ajustar la densidad de siembra en los proyectos piscícolas.