CAM hace un llamado a no sacar cachorros silvestres de sus hábitats
Crías de nutrias, zorros, mapaches, tigrillos, ardillas y zarigüeyas están siendo extraídas de su medio natural en el Huila, situación que condena a los cachorros a morir enfermos o a vivir en cautiverio.
Abstenerse de sacar de su hábitat natural a crías y cachorros de animales silvestres, fue el llamado de atención hecho por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM a los huilenses.
La entidad ambiental aseguró que se está presentando este flagelo en el sur y norte del Huila ante el desconocimiento de la comunidad, que al querer proteger a los cachorros, los extrae de su hábitat natural entorpeciendo su normal desarrollo.
“Personas por desconocimiento capturan o retiran de su hábitat natural a cachorros de zorros, nutrias o tigrillos pensando que han sido abandonados por sus madres y lo que generan son daños biológicos a estas poblaciones”, dio a conocer Mario Suárez, médico veterinario de la CAM.
En la mayoría de los casos, no se trata que los cachorros de fauna silvestre estén abandonados, lo que sucede es que sus padres se alejan en busca de alimento o refugio para sus crías y luego regresan.
El profesional señala que esta situación se viene presentando debido a la preocupación que existe en la comunidad sobre el bienestar de los animales, pero que a su vez ha generado efectos adversos ya que afecta a poblaciones enteras de especies silvestres.
Animales afectados
Entre los animales más afectados se encuentran en el sur del Huila nutrias, zorros, mapaches, tigrillos y ardillas. Por su parte en la zona norte son las crías de zarigüeya las que están siendo perjudicadas.
“En el norte huilense la población de zarigüeyas es numerosa en la zona urbana y algunas son abandonadas por sus padres al huir de los ataques de perros, gatos o personas, ocasionando la caída de los bebés de sus bolsas, por lo que las personas las recogen, las traen y aquí debemos terminar la crianza artificial”, explicó el veterinario de la CAM.
¿Qué hacer y qué no?
Es por esto que desde la entidad ambiental se dieron varias recomendaciones como no acercarse a los cachorros silvestres que se encuentre en su paso, no hacer ruidos fuertes cuando observen una cría y evitar que los animales domésticos entren en contacto con los cachorros silvestres.
También se resaltó que sólo en condiciones de peligro inminente como un desastre natural, perros que puedan atacar a las crías silvestres, maquinaria o un vehículo que lo pueda atropellar, se amerita que los animales sean retirados del lugar.
A su vez, la máxima autoridad ambiental del Huila indicó que al presenciar una escena de la naturaleza, la comunidad puede comunicarse con la CAM y comentar la situación, para así poder recibir orientación y recomendaciones como: la manera de monitorear a los cachorros hasta que sus padres regresen al lugar y continúen el proceso de crianza.
“Hay que entender cómo funciona la naturaleza, los animales no están abandonados, no son huérfanos, simplemente son animales que han sido dejados temporalmente mientras los padres buscan alimento para traerles”, especificó el veterinario Mario Suárez, quien agregó que sí lo que se quiere es salvarlos, se debe vigilarlos desde una distancia prudente e informar a la CAM para poder dar las recomendaciones del caso.
No sobreviven
Finalmente, la entidad ambiental recalcó la importancia de que las personas comprendan que pese a que el pequeño animal sea atendido en los Hogares de Paso de Fauna Silvestre o Centros de Atención de la CAM, esto no garantiza que sobreviva.
“Aunque sobrevivan a la extracción e ingresen al centro de atención, el proceso de crianza artificial es muy complejo, los animales sufren estrés, susto, piensan que los van a depredar, no comprenden que los están sacando con una presunta buena intención y entonces tienden a sufrir de trastorno digestivo, se les bajan las defensas, son propensos a infecciones y a morir de cualquier patología”, explicó Suárez.
El profesional de fauna de la CAM señaló por último, que si finalmente los cachorros superan la etapa crítica, el problema siguiente es la impronta, es decir, que se acostumbran a las personas y presentan comportamientos inadecuados para su especie, imposibilitando que puedan ser liberados en su hábitat natural cuando sean adultos.