Medellín, 24 de junio de 2020. La Autoridad Ambiental impuso la medida preventiva, tras verificar serias afectaciones a los recursos naturales y el incumplimiento de la normatividad ambiental.
Las intervenciones se adelantaban de manera irregular en predios ubicados en el corregimiento de Santa Elena, en área protegida del Parque Arví.
Luego de realizar seguimiento minucioso a actividades de tala e intervención del área protegida, Corantioquia impuso una medida preventiva de suspensión de actividades al proyecto urbanístico conocido como Ecoaldea, localizado entre las veredas Media Luna y Mazo del corregimiento de Santa Elena. La medida se impuso en un operativo que también contó con el apoyo de la Alcaldía de Medellín, a través de la Subsecretaría de Control Territorial y la Corregiduría de Santa Elena; la Policía Nacional; y la Personería de Medellín.
En la zona, la Corporación verificó que, sin el cumplimiento de requisitos legales, se adelanta la construcción de vías de acceso rural y casas con destino a parcelación; las obras han causado serios daños en los recursos flora y suelo, con pérdida de valioso bosque nativo.
Las intervenciones se han realizado en dos predios. En el primero se encontró la apertura cuatro ramales de vía rural con una extensión total de 1.600 metros lineales, con 2,5 metros de ancho. En total, fueron intervenidos 4.800 metros2 del área ubicada en suelo protegido, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín.
Estas acciones ocasionaron la pérdida de aproximadamente 4.000 metros2 de bosque nativo, en un ecosistema de alta fragilidad, dadas sus condiciones climáticas y calidad del suelo. Allí se talaron árboles de 14 especies nativas, entre ellas las conocidas como chagualo, encenillo, uvito de monte, yarumo y siete cueros. Con respecto a los suelos, se removieron 468 toneladas de capa orgánica, recurso que tardará al menos 26 años en recuperarse.
En el segundo predio se encontró la construcción de 29 casas pertenecientes al proyecto de parcelación de vivienda rural Ecoaldea, del cual se presume contemplaría hasta 50 unidades habitacionales. Las obras se adelantan sin permisos ambientales de aprovechamiento forestal o descarga de vertimientos para la construcción de pozos sépticos. Además, el proyecto supera las densidades poblacionales máximas permitidas para el área rural, hecho que viola las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial.
Esta construcción ha ocasionado la pérdida de más de 11 hectáreas de bosque nativo y la remoción de suelos que tardarían hasta 48 años en recuperarse. Así mismo, se observó la instalación de mangueras para suministro de agua para el consumo humano, sin que se cuente con autorización del acueducto veredal para la obtención del líquido.
En ejercicio de su autoridad ambiental, Corantioquia anunció que la medida preventiva se mantendrá vigente hasta que se determine la legalidad de las actividades y se establezca que estas no implican riesgo para el medio ambiente y los recursos naturales.
Gladys Orozco Soto
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