Durante la cuarentena, los Centros de Atención y Valoración –CAV de Fauna Silvestre de las CAR mantienen su normal funcionamiento para la recepción y valoración de fauna.
Bogotá, 17 de abril de 2020. Un total de 273 animales fueron recibidos por las Corporaciones Autónomas Regionales del país desde el pasado Jueves Santo al Domingo de Pascua. De éste número, la mitad son tortugas, en especial hicotea, iguanas, armadillos, zarigüeyas y búhos y corresponden a entregas voluntarias, decomisos o fueron encontrados y reportados por la comunidad.
Culturalmente, en algunas zonas del país la carne de tortugas hicoteas, iguanas, venados, lapa, chigüiro, babilla, venado y armadillos, así como los huevos de iguana, son apetecidos en Semana Santa, como parte de las tradiciones asociadas a la celebración religiosa.
En lo que va de la cuarentena y previo a Semana Santa, las acciones de control y sensibilización adelantadas por las Autoridades Ambientales Regionales, frente al tráfico y tenencia ilegal de fauna, dieron como resultado el decomiso o entrega voluntaria de 1.422 animales, de los cuales el 54%, es decir, 802, fueron tortugas hicoteas.
Esto se constituye en un aliciente para el trabajo que hacen las CAR, porque son el resultado de las campañas, capacitaciones y programas de educación ambiental que realizan junto con la Policía Nacional, Fuerzas Militares y otras instituciones y organizaciones ambientales, dirigidos a las comunidades que habitan zonas cercanas a los ecosistemas de especies amenazadas como las especies de tortuga hicotea, Terecay y Morrocoy.
La Semana Santa coincide con la época reproductiva de la tortuga hicotea, de esta manera, su población es atacada en el período más importante y vulnerable de su ciclo de vida: las hembras anidantes. En un periodo muy corto, miles de hembras reproductivas, junto con sus crías, son retiradas de la población, interrumpiendo su ciclo natural, y dejándolas en grave riesgo de extinción.
Centros de Atención
De acuerdo con su capacidad institucional, las CAR cuentan con CAV propios, hogares de paso y centros de rehabilitación donde se propicia el manejo integral con consulta, evaluación clínica, examen físico, evaluación comportamental, diagnóstico diferencial y pronóstico, exámenes de laboratorio, tratamiento médico veterinario, cuarentena, alimentación, nutrición, rehabilitación y liberación a su ambiente natural.
Estos funcionan en cumplimiento de la Resolución de 2064 de 2010 del Ministerio, que reglamenta las medidas posteriores a la aprehensión preventiva, restitución o decomiso de especímenes de especie silvestres de Fauna y Flora Terrestre y Acuática, y la Ley 1333 del 2009 que establece el procedimiento sancionatorio ambiental y estipula la competencia de la Autoridad Ambiental en éste tema y que se doten de la infraestructura necesaria como implementos y personal idóneo para dar manejo integral a las especies de fauna silvestre post decomiso.
¿Se liberan o se quedan?
Una vez el animal cumple con el protocolo de atención para regresar a la libertad, la corporación define zonas acordes con su hábitat especialmente en áreas protegidas, para que logren desarrollarse naturalmente en su ecosistema, sin perjudicar a otras especies.
Algunos animales no pueden regresar a su hábitat natural porque se encuentran muy humanizados y no es posible recuperar sus instintos naturales; por ello, la Resolución 2064 de 2010 establece otras figuras denominadas Reubicación, entre las cuales existen más de 14 que incluyen: Zoológicos, Acuarios, Red de Amigos de la Fauna Silvestre, Zoocriaderos con fines de repoblamiento, Centros de investigación, liberación en semicautiverio, tenedores de fauna silvestre, entre otras.
Más acciones relacionadas con la gestión de la fauna silvestre
• Operativos de control y vigilancia en las áreas protegidas y de mayor presencia de especies de fauna silvestre.
• Reuniones y capacitaciones con líderes comunitarios.
• Estudios de monitoreo de las poblaciones de especies nativas y de la jurisdicción.
• Planes de Manejo y conservación a fin de ejecutar medidas de recuperación de estas poblaciones y sus hábitats.
• Alianzas interinstitucionales con entidades públicas y el sector privado, que garanticen la operación del CAV.
• Monitoreo de fauna y flora amenazada o vulnerable en áreas estratégicas.